La comunicación entre directivos, empleados y otras entidades es muy importante en una organización. Hay muchos estilos de gestión que los directivos pueden elegir en función de su estructura organizativa. Si los directivos tienen mejores estilos de gestión que se adapten perfectamente a las necesidades de su organización, podrá tener empleados más activos y un mayor índice de productividad.
Un estilo de gestión es la forma en que una persona dirige a un trabajador, un equipo de subordinados, un proyecto o toda una empresa. Los estilos de gestión incluyen lo siguiente
- Cómo organizan el trabajo los directivos
- Su capacidad para tomar decisiones en función de una situación concreta
- ¿Hasta qué punto es eficaz su planificación?
- Cómo utilizan su autoridad los directivos
Cada persona se enfrenta a situaciones diferentes en su trabajo y desarrolla un estilo de gestión distinto para hacer frente a esa situación. Un buen directivo puede adaptar su estilo de gestión a los cambios del entorno y, al mismo tiempo, alcanzar con éxito sus objetivos. El estilo de gestión depende de factores externos e internos.
La cultura corporativa de la organización, sus políticas y el grado de actividad de los empleados son algunos de los factores internos de los que depende el estilo de gestión. El equipo más cualificado no necesita tanta gestión como el equipo menos cualificado.
Los factores externos incluyen la tendencia del mercado, la competencia y sus clientes. Estos factores suelen estar fuera del control de los directivos, pero influyen en su estilo de gestión.
Tener el estilo de gestión adecuado es muy importante. Si su estilo de gestión no es el adecuado para su organización, puede desmotivar a los trabajadores, disminuir la productividad y, en casos extremos, puede empujarles a abandonar la organización. Un estilo de gestión incorrecto puede tener los siguientes resultados.
- Menos productividad
- Baja calidad del trabajo
- Mala comunicación
- Ingresos reducidos
Los buenos gestores utilizan diferentes estilos para alcanzar sus objetivos y mantener al mismo tiempo un ambiente de trabajo saludable en la organización. Diferentes tareas y proyectos necesitan diferentes tipos de estilos de gestión y un buen directivo debe adaptarse a los cambios o, de lo contrario, no podrá cumplir ese proyecto. La incapacidad para cambiar según las circunstancias puede costar el puesto a los directivos y esta incapacidad también perjudica a toda la empresa.
Por lo tanto, es muy importante tener el estilo de gestión adecuado. Tu estilo de gestión depende de tu personalidad y carácter, lo que te ayuda a comprender cuáles son tus puntos fuertes y débiles para que puedas trabajar en ellos en consecuencia. Ser consciente de cómo manejas una situación es la cualidad de un buen líder y también te ayudará a alcanzar puestos más altos.
A continuación le presentamos algunos de los estilos de gestión más eficaces que puede elegir en función de sus necesidades específicas.
Es uno de los estilos de gestión más utilizados en la organización. En él, los empleados son supervisados muy de cerca mientras trabajan en perímetros definidos. Este estilo de gestión utiliza los siguientes enfoques
El primer enfoque es autoritario, en el que los empleados reciben órdenes de sus jefes y se castiga a los que no las cumplen. El segundo enfoque es persuasivo, en el que los directivos convencen a sus empleados y les hacen ver que lo que hacen está bien y que tienen que hacerlo mejor.
Un tercer enfoque es el paternalista, en el que los directivos velan por los intereses de sus empleados y les hacen trabajar basándose en la confianza y la lealtad.
En esta gestión, los jefes de estilo piden las aportaciones y opiniones de sus empleados. Este gestor tomará la decisión final tras consultar con cada miembro para tomar la mejor decisión posible. Este tipo de enfoque se utiliza en campos especializados en los que cada trabajador es un experto y su aportación es muy importante para formular un plan con éxito.
El estilo de gestión transaccional utiliza incentivos y primas para motivar a los trabajadores a mejorar su rendimiento y aumentar la productividad. Los directivos transaccionales utilizan el pago a destajo para que los empleados trabajen más y alcancen sus objetivos a un ritmo mucho más rápido. El estilo de gestión transaccional se basa en la creencia de que se consigue que los empleados trabajen más mediante recompensas extrínsecas.
En este estilo de gestión, los directivos actúan como mentores y orientan a sus empleados siempre que lo necesitan. Eso da libertad a los empleados para tomar decisiones sobre cómo quieren enfocar un proyecto concreto. Los directivos se limitan a supervisar lo que ocurre con los empleados, pero no se implican demasiado en su trabajo diario. Esto da espacio a los empleados, que pueden aportar sus ideas creativas al proyecto.
Este estilo de dirección se centra en crear un entorno de trabajo que ayude a innovar y a tener ideas más creativas. Los directivos presionan a sus trabajadores para que se fijen un objetivo y lo alcancen, sin importarles si les incomoda o les cansa. Este tipo de estilo de dirección es eficaz en organizaciones competitivas para superar el entorno siempre cambiante con ideas más innovadoras.
La mayoría de los directivos se limitan a elegir el estilo de gestión más común sin prestar atención a su propia personalidad ni a las necesidades de la organización. Para ayudarte a elegir el mejor estilo de gestión, te damos algunos consejos.
Lo principal que debes tener en cuenta al elegir el estilo de dirección para ti es tener presente tu propio carácter y tus habilidades.
- Si tus aptitudes favorecen un determinado tipo de estilo de gestión, elige ese estilo en lugar de escoger uno al azar.
- Cuando elijas un estilo de dirección acorde con tus habilidades, sentirás que dirigir a los trabajadores y completar una tarea no es agotador y te divertirás mientras trabajas.
La experiencia es otro factor que influye en tu capacidad de gestión. Por ejemplo, puedes tener dificultades para gestionar un proyecto si no tienes experiencia previa en la gestión de ese proyecto concreto.
Los requisitos de su organización y las necesidades de su equipo también son muy importantes a la hora de elegir el estilo de gestión adecuado.
- El estilo de gestión es diferente para manejar un equipo nuevo e inexperto que para manejar un equipo cualificado y experimentado.
- Hay que supervisar y controlar mucho la gestión de un nuevo equipo y guiarlo en cada paso.
Al dirigir a profesionales, debes dejarles hacer su trabajo porque son responsables y saben cómo hacerlo. Tú limítate a vigilarles la distancia y a orientarles siempre que te lo pidan.
La cultura de la organización también contribuye a determinar cuál va a ser su estilo de gestión.
- Si su empresa está experimentando muchos cambios estructurales, entonces debe mantener su visión y proporcionar estabilidad a la organización.
- Si una organización tiene una cultura específica, entonces es posible que tenga que seguir la cultura y elegir el estilo de gestión en consecuencia.
Si su equipo está desmotivado, debe inspirarles a trabajar y ser un líder servidor para aumentar la productividad.
Un estilo de gestión que no se adapte a la persona, al proyecto o a las necesidades de la organización reducirá la productividad global del grupo. Los directivos que no cambian su estilo de gestión en función de los entornos cambiantes y no reflexionan sobre sus métodos no serán eficaces en absoluto. Por lo tanto, es muy importante mejorar el estilo de gestión.
A continuación se indican algunas formas de ayudarle a mejorar su estilo de gestión.
Antes de elegir un estilo de gestión, evalúa las necesidades del equipo y la compatibilidad de esas necesidades con tu personalidad, tus aptitudes y tu experiencia. Piensa si dispones de todas las herramientas necesarias para finalizar el proyecto. Esto te ayudará a comprender cuáles son tus puntos fuertes y débiles y qué tienes que hacer para lograr el resultado deseado.
Si tu estilo no se ajusta a las necesidades del proyecto, busca la forma de minimizar la diferencia de aptitudes y haz un seguimiento regular de tus progresos para terminar el proyecto con éxito.
Si tiene dificultades para gestionar un equipo o alcanzar el resultado deseado, la mejor solución es pedir consejo. Todos estáis trabajando para mejorar la organización y alcanzar sus objetivos. Tus superiores estarán encantados de ayudarte a superar cualquier problema que tengas y podrán formarte para que mejores tus habilidades.
Pedir opiniones a sus compañeros y empleados también puede ayudarle a mejorar su estilo de gestión. Este es el rasgo de muchos directivos de éxito.
Sólo puede tener éxito como directivo si acepta el cambio y mantiene la flexibilidad en su estilo de gestión. Si gestiona todas las situaciones y proyectos con el mismo estilo, está abocado al fracaso. Por lo tanto, debes buscar formas de alcanzar con éxito tus objetivos en un entorno laboral siempre cambiante.
Su estilo de dirección debe basarse en alcanzar sus objetivos, los de su organización y los de sus trabajadores. Cada estilo de gestión tiene sus ventajas y sus inconvenientes, por lo que debe elegir su estilo en función de su situación específica. También puede descubrir que una combinación de varios estilos es el mejor enfoque para usted.
Empiece a gestionar sus proyectos de forma eficaz y no vuelva a tener problemas con herramientas complejas.
Empiece a gestionar sus proyectos de forma eficaz y no vuelva a tener problemas con herramientas complejas.