En la gestión de proyectos hay dos tipos de pensamiento. Puede optar por el pensamiento convergente o por el pensamiento divergente. Ambos son eficaces en muchos sentidos, lo que significa que ambos procesos pueden ser muy útiles para su proyecto. En el siguiente artículo se mencionan las cosas básicas que hay que saber sobre ellos.
La gestión de proyectos es muy fácil para quienes saben manejarla bien. Hay muchas formas de conseguir que el proyecto tenga éxito ante los miembros del equipo y ante toda la organización. Sin embargo, hay habilidades específicas que debes conocer antes de apuntarte a ser gestor de proyectos.
En primer lugar, hay que conocer todos los procedimientos que deben realizarse en un proyecto.
Puedes ser un gran gestor de proyectos si sabes cómo abordar los problemas a los que puedes enfrentarte durante la gestión de un proyecto. También es importante utilizar la metodología correcta en función de la sensibilidad del proyecto.
Tienes que cumplir los plazos y proporcionar a la organización todo lo que necesita ver en el proyecto. También debes estar preparado para los riesgos que puedan surgir durante el proyecto o incluso después de terminarlo.
Es importante reunir un equipo con el que pueda trabajar eficazmente. Como gestor de proyectos, debes conocer las habilidades de cada persona, lo que te facilitará la asignación del trabajo. Ahora lo más importante es tener que pensar en tu proyecto.
Dirigirá su proyecto en la dirección que usted elija. En la gestión de proyectos suele haber dos tipos de pensamiento. Puede optar por el pensamiento convergente o por el pensamiento divergente. Ambos son eficaces en muchos sentidos, lo que significa que ambos procesos pueden ser muy útiles para su proyecto.
Tienes que tener en cuenta qué tipo de pensamiento irá bien con tu proyecto para poder gestionarlo bien.
Lo importante es que conozcas la diferencia entre el pensamiento convergente y el divergente para que te resulte fácil decidirte por uno u otro. Debe conocer los inconvenientes y las ventajas de ambos pensamientos para poder elegir sabiamente. Todo lo que necesitas es información descriptiva sobre el pensamiento divergente y el convergente.
Es importante comprender la diferencia entre pensamiento divergente y convergente. Esto puede ayudarle mucho con su gestión de proyectos y también resolver la mayoría de sus problemas que enfrentan en las organizaciones debido a los proyectos.
Hablaremos de algunas de las cosas más comunes que necesita saber sobre el pensamiento convergente y divergente. Te facilitará el trabajo y, con el tiempo, podrás convertirte en uno de los mejores gestores de proyectos de tu organización.
Así pues, pasemos a la comparación entre pensamiento convergente y pensamiento divergente.
El pensamiento divergente es el tipo de enfoque en el que hay que aportar nuevas ideas y soluciones.
En el pensamiento divergente, te enfrentas a retos que son arriesgados; sin embargo, tienes que aceptarlos para llegar a algo innovador y nuevo. Se te ocurren ideas diferentes que no se han probado antes. El pensamiento divergente se parece más a romper estereotipos.
En la mayoría de las organizaciones, a la gente no le gusta la idea del pensamiento divergente, ya que algo nuevo es siempre una amenaza para la mente humana. Sin embargo, puede ser muy productivo para la organización si se sabe llevar en la dirección correcta.
En el pensamiento divergente, tienes que aportar ideas sin juzgar ni pensar. Es más como seguir tu instinto que la lógica. El pensamiento divergente no suele discutirse con otros miembros de la organización, a menos que sea de una forma sólida que tenga un resultado.
No es importante que el pensamiento divergente pueda tener siempre éxito. Sin embargo, es una de las formas eficaces que ha ayudado a muchas organizaciones a surgir como nuevas. Se necesita mucho valor y seguridad para pensar de forma divergente porque si el terreno falla es muy probable que tengas que afrontar las consecuencias.
Todo el fracaso del plan recaerá sobre el gestor del proyecto, por lo que hay que estar muy seguro antes de proponer cualquier idea nueva. La mayoría de la gente dice que si no hay riesgo, no hay ganancia. Sin embargo, debes estar seguro de tus instintos, ya que los grandes proyectos pueden ser fuente de pérdidas y ganancias para cualquier organización. También se te puede ocurrir un pensamiento divergente después de contar con todos los miembros del equipo que participan en la gestión de tu proyecto.
Puedes pedir a cada uno de los miembros que proponga una sugerencia o idea nueva y sin reglas ni ajustes. Cada persona piensa de forma diferente y tiene una perspectiva distinta de las cosas. Te ayudará mucho en la gestión de proyectos porque, a la larga, necesitarás una solución que sea innovadora y eficaz para la gestión de proyectos.
De ti depende apostar por el trabajo en equipo o hacerlo individualmente, pero no cabe duda de que trabajar en equipo siempre es beneficioso. Si más de un cerebro humano está pensando en una situación concreta, es probable que se le ocurran grandes ideas que puedan combinarse para la producción de algo nuevo.
Ésta es la primera parte del debate sobre el pensamiento convergente y el pensamiento divergente.
Si hablamos de pensamiento convergente frente a pensamiento divergente, debemos analizar ambos términos en detalle. El pensamiento convergente es lo contrario del pensamiento divergente. En el pensamiento convergente, hay que pensar mucho en la idea que se va a presentar.
Hay que discutir las ideas en una plataforma mayor para que todos puedan juzgar las consecuencias de la idea. También es importante tener en cuenta los inconvenientes y las cosas a las que te puedes enfrentar durante la gestión del proyecto. El pensamiento de conversión suele considerarse seguro dentro de la organización porque es la idea de jugar sobre seguro.
Aunque se te ocurran nuevas ideas, no puedes empezar a trabajar en ellas sin someterlas a debate y contar con el juicio y la opinión adecuados de todos. La mayoría de las organizaciones apuestan por el pensamiento convergente, pero a veces puede resultar muy aburrido. Para crear algo nuevo que te haga destacar entre todos los demás hace falta valor y confianza en tus habilidades. El pensamiento convergente no es sinónimo de asumir riesgos.
En el pensamiento convergente, piensas en las formas que pueden salvarte del riesgo de fracasar en la idea. Para la mayoría de la gente, el pensamiento convergente es atractivo porque la mente humana se siente segura y con algo que ya conoce. Puedes optar por el pensamiento convergente si eres un nuevo gestor de proyectos porque implicará a todos los miembros de la organización para que presenten una opinión sobre tu idea.
Este tipo de pensamiento puede mantenerte a salvo de muchas consecuencias, además de hacerte un hueco en cualquier organización en muy poco tiempo. Una vez que te sientas cómodo y acogido en la organización, también puedes optar por el pensamiento divergente.
El pensamiento convergente es como un plan adecuado que tiene todas las cosas ordenadas en él. Tienes que discutir tus ideas con más gente de la necesaria para que te convenzan.
Tienes que tener en cuenta todas las consecuencias a las que puedes enfrentarte y cómo debes afrontarlas. También tienes que idear soluciones a los problemas que puedan surgir tras la ejecución del proyecto. El pensamiento convergente es más como pensar dentro de la caja. Hay que tenerlo todo en cuenta y estar muy atento para elaborar un plan después de pensar en todo lo convergente.
Ahora, pasemos a la elección final del debate sobre el Pensamiento Convergente frente al Pensamiento Divergente.
Muchos factores pueden afectar a la idea de optar por el pensamiento divergente o de conversión. Hay que tener muchas cosas en cuenta antes de elegir el tipo correcto de metodología de pensamiento para la gestión de proyectos.
Lo primero que debe tener en cuenta es de qué trata el proyecto y qué influencia tiene en la organización. Si cree que puede apostar por nuevas ideas sin perjudicar en modo alguno a la organización, debería decantarse por el pensamiento divergente. Sin embargo, si la organización depende demasiado del éxito del proyecto que tienes entre manos, deberías optar por el pensamiento de conversión para tener un mejor enfoque y más posibilidades de éxito.
Algunas personas creen que pueden trabajar bien con sus ideas porque les pone en situación de ser creativos y productivos. Si sabes que puedes confiar en tu idea, lo mejor es optar por el pensamiento divergente.
Sin embargo, también deberías considerar el pensamiento convergente en algún momento, porque demasiado pensamiento divergente te llevará a la nada. Sólo habrá riesgos y ninguna solución. Hay que saber mantener el equilibrio entre ambas formas de pensar para elaborar un buen plan de gestión de proyectos.
Es muy importante pensar correctamente al gestionar cualquier proyecto. Hay que tener en cuenta la idea del pensamiento adecuado para resolver cualquier proyecto. Los aspectos básicos que hay que saber sobre el pensamiento convergente frente al pensamiento divergente se mencionan en detalle.
Debes comprobar tus prioridades y también el tipo de proyecto que estás gestionando. Si sabes mantener el equilibrio entre el pensamiento divergente y el convergente, nadie podrá impedir que te conviertas en el gestor de proyectos más conocido de tu organización.
Empiece a gestionar sus proyectos de forma eficaz y no vuelva a tener problemas con herramientas complejas.
Empiece a gestionar sus proyectos de forma eficaz y no vuelva a tener problemas con herramientas complejas.